TIC-TAC

TIC-TAC

Algo me cubre los ojos,

sé que es la hora del adiós,

sé que es el momento de marchar.

Tic-Tac y asfixiar.

Bajo mis pies, el suelo retumba,

mi mente me pide a gritos que huya,

mas mi cuerpo no se mueve, nada puede iluminar.

Tic-Tac y asfixiar.

Corro, corro y en el sitio me hallo.

¡Prometo que fue involuntario!

Te ruego que me dejes en el valle.

Llegó la hora, retumba el piar.

Tic-Tac y asfixiar.

Tic-Tac ya viene a por mí.

Tic-Tac ya viene a por tí.

Tic-Tac ya enfurecí.

Tic-Tac en qué me convertí.

Final de la recta

Qué es eso

Pues yo solo puedo ver muerte.

Tan cruel y tan bella,

con una bonita maldad.

No ve más allá de tus ojos,

pues esperándote está,

observándote como por

momentos te vas marchitando.

Marchitando como una rosa

en su esplendor.

Un esplendor que siempre llega a su fin.

Qué es eso

Pues yo solo veo a mi vieja compañera.

Grito

Los árboles se marchitan, el sol de apaga,

en su espalda yace una espada

que a la llegada del invierno comienza

a florear, la guadaña le recomienda

dar un paso atrás en vez de adelante.

Solo queda oscuridad y una voz pidiendo ayuda,

una voz tan niña, desnuda, menuda…

Grita, grita, grita y grita sin parar,

pero nadie la oye, nadie la puede encontrar.